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Cosas de Mordor

20-03-2011

Oh no, me volví a paralizar en el elevador al verla, la verdad es que me sorprendió, hoy por la mañana me apresuré a salir de la oficina y salir rumbo al banco de costumbre, ya saben a hacer pagos, es como todas las quincenas, se aplica la regla de Harry Potter: ves tu depósito y ahora no lo vés, bueno, ahí estaba yo parado formalmente esperando el elevador cuando de pronto volteo hacia mi derecha y la veo, otra vez las piernas de trapo, sólo pude expresar una sonrisa que yo creo que pareció una mueca, ahí estaba ella tan seria con sus bellos ojos y todo lo demás frente a mí, podía ver mi cara en los espejos internos del elevador, que pendejada de expresión la mía, jeje no me queda más que reirme de mi mismo, ese momento sólo duro 4 pisos, como no se abrió un maldito voryex en ese momento y que nos llevara a un universo paralelo, y que en ese lugar por efecto de que las leyes de la física cambiarán sustancialmente y que dichas leyes permitieran que ningún hombre pudiera sentir cobardía, y así, expresaría mi deseo hacia su persona (el resultado de dicha declaración o la respuesta del opuesto está condicionada o depende de N variables donde n1=no me conoce).

Cuando las puertas se abrieron no tuve el valor de despedirme. Me lleva la chi... creo que soy un cobarde con ella, es que si la conocieran, claro está como dice aquel dicho: "el gusto se rompe en géneros", pero bueno la situación es que me he decidido a desmitificarla y le hablaré como si fuera cualquier amiga más.
He dicho.

Nota: Algo me indica que ni siquiera sabe que existo, esto me hace pensar que: ¿no seré un flash imaginario?, o un qbit perdido que brinca por ahí enamorándose de toda materia hermosa, o si seré esquizofrénico y me la he inventado (eso me pasa por ver varias veces la película donde Jonh Nash inventa personajes).

Mordor.

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